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Mi baño de reina

“Hoy me voy a dar un baño que ni la mismísima Cleopatra”

Esta frase es la que me digo cada vez que me preparo este ritual de belleza tan mágico que te recomiendo a continuación.

Los ingredientes que necesitas son: leche entera, miel, sal gruesa, aceites esenciales, hierbas en infusión o rama, flores naturales, frutas, velas aromáticas y música relajante.

Lo primero que tienes que hacer es preparar un entorno especial con las velas aromáticas, luz tenue y una música relajante que te guste.

A continuación llena la bañera con agua templada y añade 2 kg de sal gruesa. La sal barata es válida, no tiene porque ser del Himalaya, para el proceso de osmosis que es el que nos interesa, tienen la misma función las dos.

Añade ahora las hierbas, yo cuando tengo ramitas de romero natural las pongo, sino aplico infusiones que pueden ser de manzanilla, lavanda, aloe vera, jengibre, eucalyptus, etc., en función de lo que te apetezca o lo que tengas en casa en el momento. Si te informas de las propiedades de cada una pondrás más interés por sus beneficios y por tanto más foco en el ritual.

Finalmente añade la leche, la miel, la fruta cortada (yo suelo aplicar rodajas de limón, pomelo y naranja) y las flores (con pétalos de rosa queda superbonito pero si no los tienes lo dejo a tu elección para que cultives tu creatividad).

Ahora viene lo bueno, entra a la bañera, haz varias respiraciones profundas y relájate. Poco a poco ve usando la sal que aún no se ha diluido y con suavidad y movimientos circulares exfolia tu cuerpo. Pon la atención en cada parte de tu cuerpo e imagina como la sal y el agua te están limpiando y llenando de energía. Visualiza en positivo.

Cuando termines vuelve a respirar hondo y de forma consciente pon las manos sobre tu corazón, una encima de la otra, escucha tus latidos y piensa en las cosas bonitas que tienes en tu vida, da las gracias por cada una de ellas.

Suelta con las expiraciones las cosas que te hacen daño, todo aquello que te pesa y no te deja avanzar.

Cuando estés preparada para finalizar, abre el tapón y observa como el agua sucia se va por el desagüe y con ella las toxinas de tu cuerpo y tus pensamientos negativos.

Ahora es el momento de recibir el agua limpia que te da la nueva vida y enjabonarte con una espuma aromática o tu jabón preferido. Lo mismo para tu cabello, enjabónalo masajeando tu cuero cabelludo y desenredándolo de raíz a puntas, visualizando que se van eliminando esos malos pensamientos y dejando de nuevo fluir el agua limpia, depurándote, purificándote y dejándote nueva.

Para finalizar aplícate aceite o crema hidratante por todo el cuerpo.

Espero que me cuentes lo bien que te ha sentado y lo bonita que se ha quedado tu piel y tu alma.

Abrazo gigante,

Neus.